Lograr el equilibrio de estos elementos no es una tarea fácil:
- Transformar los datos en información y la información en conocimiento.
- Sistematizar el uso de este conocimiento en nuevas prácticas y ventajas competitivas.
- Hacer que la información y el conocimiento sean accesibles para todos.
- Determinar las mejores prácticas y compartirlas con la organización.
- Crear una memoria de todos los “activos de conocimiento” de la organización.
- Aumentar la competitividad de la empresa.
No se puede hablar sobre el conocimiento compartido y la gestión integral de la organización sin pensar en el uso de la tecnología para hacerlo