El sector digital tiene la llave para un mundo de progreso sostenible, pero debemos comenzar asumiendo nuestro impacto.
Empezaremos por un ejercicio de autoconsciencia: en FUTUVER la huella de carbono no es cero. Somos una empresa digital, comprometida con el medio ambiente, pero eso no nos blinda del impacto que nuestra actividad provoca sobre el planeta.
Casi ninguna actividad es completamente neutra y las de carácter informático, por muy tecnológicas y digitales que sean, también contaminan. Seamos realistas.
Así que, ¿qué tal un poco de autocrítica antes de felicitarnos por todo lo que sí hacemos para contribuir a un mundo más sostenible?
Nuestra empresa forma parte activa de un ecosistema digital. Este es un entorno que crece exponencialmente cada año, al que vamos todas las personas cabeza y al que se ha conferido un cierto grado de intangibilidad, como si estando en todas partes no estuviéramos en ningún lado. Conceptos como la nube o el metaverso hacen que nuestro sector se perciba casi etéreo, cuando, en realidad, está muy anclado en lo físico.
En el último informe de la ONU sobre el impacto de la economía digital, Rebeca Grynspan, secretaria general de UNCTAD, avanza algunos ejemplos que merece la pena conocer. La producción de un ordenador de 2 kilos requiere 800 de materias primas. En 2020, la huella de carbono de la economía digital sumó el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (sólo un poco por debajo de la de toda la industria naviera). Los centros de datos -la columna vertebral del mundo digital- consumieron 460 TWh de electricidad en 2022, lo que está muy por encima de todo el consumo eléctrico de España en un año y sería suficiente para abastecer a 150 millones de hogares en toda Europa.
Estas cifras demuestran que la tecnología impacta, y mucho, en la salud de planeta. Pero quedarse sólo en eso también sería injusto.
Tenemos innumerables ejemplos de la colaboración de la industria digital con un desarrollo responsable con el medio ambiente. Quizás seamos el mejor aliado para propiciar que el progreso sea también sostenible: la logística inteligente, la agricultura de precisión, los edificios y redes eléctricas inteligentes, las plataformas que promueven el intercambio y la reutilización, las ciudades inteligentes, el monitoreo digital de los ecosistemas, etc.
Todas estas iniciativas previenen el derroche de recursos, promueven buenas prácticas y tienen un valor incalculable en la preservación de los ecosistemas.
En Futuver, diseñamos herramientas de Software para un uso 100% electrónico. Gracias a esta tecnología se evita el consumo innecesario de recursos naturales, sin lesionar los principios de los servicios tradicionales, como garantizar la plena validez jurídica de los documentos o procedimientos.
Gracias a la digitalización de millones de documentos y a la conversión de expedientes electrónicos conseguimos que nuestros clientes reduzcan significativamente su impacto; evitando el derroche de papel o la ocupación de espacios que pueden tener un mejor aprovechamiento.
A menudo, dotamos a las organizaciones de oficinas virtuales con las que pueden dar un servicio plenamente solvente a sus usuarios, sin incurrir en el coste medioambiental que arrastra la presencialidad.
Nuestras herramientas inteligentes, como Idinet, permiten la optimización organizacional de las empresas y sus procesos. Esto no sólo se traduce en un ahorro de costes para ellas, sino que les permite reducir su huella de carbono; evitando desplazamientos innecesarios, tareas repetitivas, procesos improductivos, etc. y aprovechando al máximo los recursos.
En definitiva, en FUTUVER somos conscientes de que tenemos un impacto sobre el planeta y eso nos compromete más en su preservación. Si quieres saber más sobre las acciones que emprendemos, aquí tienes toda la información.
